El fulgor tamizado,
Asido por la bóveda amorosa,
La quietud vigorosa
De su cuerpo sosegado.
Viene y va una curva
Que retoza
Envuelta en luz perezosa
Y aspira atmósfera tibia
Enamorada por el labio que suspira.
Atmósfera plasmada en vida.
Emergente luz y sombra
Que por ti veo el reposo
Del cuerpo descansado,
Por otro cuerpo amado.
Gorjeo del agua
Aplacando con frescura el ansia
Allá fuera trina.
En el aire El Deseo suspendido
No se ha ido,
No se va.
Estéril gravedad.
Crepuscular estancia vacía,
Rebosante por los cuerpos.
Vertiendo luz el día,
Somnolienta y atardecida,
A la estancia dormida.
Lágrimas recorren silenciosas
Los muros, las losas,
Que un cuerpo aspira tristezas
Y me devuelve flaquezas
Pero estoy allí.
Sueños son caricias,
Caricias en sueños terminan,
Traslúcidas flotan
Sobre piel dormida.
El Deseo gota a gota
Supurando en las esquinas.
Mirlo canta mientras llora
Que La siesta se levanta.
El Deseo no demora
Pues tardanza es la huida.
Permanece aquí en la estancia
Que La Siesta lo vigila.
El Deseo y la Siesta by Gabriela Amorós Seller is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Me gusta cuando dices: "...El Deseo gota a gota supurando en las esquinas...."
ResponderEliminarEstoy escuchando "Un cardúmen de círculos raquíticos". Tu voz me parece tan misteriosa. Pero a la vez la siento joven.
David, agradezco enormemente tu interés por mis primeros textos publicados, así como que hayas invertido tu tiempo en el podcast. Espero que te haya gustado.
ResponderEliminar¿Sí? ¿Crees que poseo una voz enigmática?
Lo de joven me imagino que te referirás al tono agudo, algún compañero ya me lo comentó anteriormente, pues a tenor de mi imagen se la imaginó más grave y profunda.
Gracias nuevamente y aprovecho para decirte que sublimas al séptimo arte con tus análisis y exposiciones en tu espacio, es de gran calidad.
Un abrazo